domingo, 5 de febrero de 2012

El Havre

T.O.: Le Havre. 2011.Pyramide Productions. Director: Aki Kaurismäki. Guión: Aki Kaurismäki. Reparto:  Marcel Marx (André Wilms), Arletty (Kati Outinen), Idrissa (Blondin Miguel), Monet (Jean-Pierre Darrousin).
La película sigue los pasos del poeta Marcel Marx, unos pasos que se iniciaron en su película La vida de Bohemia. Ahora está retirado de su "vida bohemia" como compositor de poemas y se dedica al oficio de limpiabotas en la ciudad portuaria de Le Havre, en la costa de Normandía. Un día su esposa enferma gravemente. Pero a este contratiempo se suma el hecho de que encuentra a un inmigrante ilegal al que tendrá que ocultar de la policía para que no le deporten. Con la ayuda de sus vecinos y con su gran sentido de la solidaridad, Marcel ayudará al inmigrante a llegar a Londres, ciudad donde reside su madre.
 
El Havre es una película sobre personas desubicadas, que no tienen lugar en el mundo y que andan perdidas, que sacan sus humildes y desgraciadas vidas adelante pero que tienen sueños de volar lejos de ahí donde se encuentran. Kaurismäki logra realizar una fábula, un cuento perfecto sobre la solidaridad de las personas y la bondad de la sociedad, sobre todo de esa clase baja que vive en barrios marginales y algo desamparados.  La ambientación, con una elección excelente y acertadísima de Le Havre como ciudad donde se desarrolla la acción, un tratamiento artístico muy peculiar (sobre todo en fotografía) y el personal estilo del director finlandés, dotan al film de un increíble encanto; sin dejar de lado las implicaciones sociales y críticas que la historia del relato contiene. Sin duda, me quedo con la maravillosa fotografía, de un color increíble y que dota a las escenas de un fascinante simbolismo y simpleza. Aunque no se puede dejar de destacar el trabajo colosal del actor André Wilms y de todo el reparto de secundarios, que conforman una extravagante y entrañable conjunto de personajes.
 
El Havre es una pieza maestra del cine, una preciosa historia rodada con una sabiduría cinematográfica única por parte Kaurismäki y con un sentido de lo esencial que más quisieran algunas películas, pues sus escenas necesitan de muy poco para "hablarnos" de lo que cuentan. Es cine y, como The Artist, no necesita casi diálogos para desarrollar esta preciosa historia. Magnífico film. (8/10)

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