T.O.: Confucius. 2009.Beijing Dadi Century Limited. Directora: Hu Mei. Guión: Hu Mei. Reparto: Confucio (Chow Yun Fat), Nanzi (Zhou Xun), Ji-Sun si (Chen Jianbin), Gongshan Niu (Zhang Xingzhe).
Esta película nos cuenta la vida de Confucio, a partir de la etapa en que fue alcalde de Zhongdu. Su buena y próspera política llevo al rey de Lu a pedirle consejo y a nombrarle ministro. Sus políticas empiezan teniendo buenos resultados, pero muy pronto los intereses de los poderosos y la maldad de los hombres provocara el destierro de Confucio, que vagara por China enseñanado a los mandatarios de las diferentes zonas y huyendo de las continuas guerras que asolan el país.
Confucio es otra de esas superproducciones Chinas que no reparan en medios. La espectacularidad de las imágenes es innegable, pero ésto es un fenómeno que ya llevamos observando durante un tiempo. El relato no se centra en las guerras, sino en la filosofía y educación que quería implantar y enseñar este gran pensador. Estas ideas no fraguaron en aquella oscura y barbara época y ello provocaba un gran pesar en Confucio. Como bien dice al principio de la película, sus ideas son para más adelante.
La directora Hu Mei, a la hora de llevar a la pantalla los avatares de este personaje provoca más de un bostezo. Dicen que es por la diferencia cultural o porque no entendemos la filosofía oriental por lo que las películas asiáticas nos aburren un poco, pero yo creo que cuando se cuenta una buena historia se rompen estas barreras. Yo, con estas superproducciones, incluida Tigre y Dragón, me aburro soberanamente. Los momentos de acción son de lujo y están filmados inmejorablemente, pero el resto del relato es aburrido de principio a fin, es muy lento. Confucio, a pesar de su rigor histórico, no es nada interesante. (3/10)
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