Brigitte Bardot y Jeanne Moreau coprotagonizaron "¡Viva María!" (1965), una comedia de aventuras realizada por Louis Malle y ambientada en la revolución mejicana. En aquel momento las dos eran las mayores estrellas femeninas del cine francés y, a pesar de que durante la filmación no hubo el menor problema entre ellas, el rodaje se dificultó sobremanera a causa de los insistentes rumores de la prensa, que no dejaban de hablar de celos y rivalidades. "En un momento dado, la cosa se puso muy difícil para Jeanne y Brigitte...", recordaba al respecto Malle "...anécdotas, celosías, rumores propagados por los periodistas, que no dejaban de explicar cosas que, decían, habían dicho la una de la otra... Aquello se hizo muy pesado... De hecho, estoy convencido de que se hicieron muy amigas... Pero Brigitte conocía su poder, sabía lo que ella representaba, y la corte de personas que tenía a su alrededor no hacía más que
complicar la situación. Brigitte solía ser maravillosa a la hora de trabajar, a pesar de que nunca tenía el menor problema en anteponer su vida privada al trabajo. Con ella, estábamos prevenidos: si a las nueve de la mañana todavía no se había presentado a la sesión de maquillaje de las siete, empezábamos sin ella. A pesar de todo, yo siempre tuve cierto respeto hacia esa honestidad suya, que venía a decir algo así como: "Yo soy así, aceptadlo"... Era una gran estrella y podía permitírselo. Siempre admiré a Brigitte, a pesar de algunos aspectos difíciles e incómodos de su comportamiento. Sentía respeto por el ser humano que había en ella y por su carácter".
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