La chispa de la vida

T.O.: La chispa de la vida. 2011.Trivisión. Director: Álex de la Iglesia. Guión: Randy Feldman. Reparto: Roberto (José Mota), Luisa (Salma Hayek), Johnny (Fernando Tejero), Alcalde (Juan Luis Galiardo), Mercedes (Blanca Portillo), Pilar Álvarez (Carolina Bang).

Roberto es un publicista que no tiene trabajo. Tiene que pagar hipoteca, el colegio de sus hijos, etc. Acude a viejos amigos del trabajo, pero ninguno le echa una mano, así que decide salir de la ciudad e ir a reservar una habitación en el hotel de Cartagena donde su mujer y él pasaron la luna de miel. Descubrirá que en lugar del hotel hay un un teatro romano que ha sido descubierto donde se situaba el edificio. Por casualidad acabará dentro del teatro y cuando un guardia le descubre, Roberto, en su huída tropieza, se cae y acaba clavado a una viga en el suelo del teatro. Los medios, que están en el lugar, cubriendo la inauguración, acudirán en masa y convertirán la situación de Roberto en un circo mediático. "¿Y por qué no aprovecharse de ello?", piensa él.

Desde luego ésta no es la mejor película de Álex de la Iglesia, ni siquiera es la más atrevida, como se habían apresurado a vendernos. Y es que, aunque el film sí que arremete contra los medios de comunicación, su poder, su capacidad de manipulación, etc. lo hace desde una posición demasiado cómoda. No se complica mucho la vida en hacer reflexionar sobre lo que estamos viendo o lo que Roberto está sufriendo, sencillamente nos introducen personajes que representan una idea o una forma de actuar en la vida que resuelven esos huecos que le puedan faltar a quién la está viendo.
Aquí se incurre en otro error, pués en vez de crear personajes interesantes y más o menos complejos (como debería ser en un drama-crítico de esta índole), todos ellos siguen los arquetipos a los que estamos acostumbrados y son muy, muy simples. Por no hablar de que aparecen y desaparecen de la acción después de haber aportado cuatro líneas de diálogo y haber dejado claro qué sector social representan. Randy Feldman no es uno de los más complejos y destacables guionistas o realizadores y muestra de ello son sus pésimas películas (Tango y Cash o El Negociador). Aquí ha decidido tirar por la vía fácil y hacer una crítica repleta de un didactismo que irrita a quién lo está visionando. Lo que sorprende es que De la Iglesia se haya dejado llevar por esa simplicidad.
Por otro lado, el casting de actores es horrible. Siento decirlo, sólo se salva Fernando Tejero, que consigue levantar la película en los primeros minutos en que aparece y que enseguida es quitado de en medio por una de las peores presencias del film: Salma Hayek. La gente puede defender a José Mota todo lo que quiera, pero no hay razón para ello. Está claro que el cómico ha realizado un trabajo decente consiguiendo salir de los papeles a los que habitua en televisión, pero eso no quiere decir que su actuación sea increíble y que su personaje sea convincente, pués resulta todo lo contrario, lo mismo que ocurre con Salma Hayek.
En fin, una película que se las prometía muy felices y que nos hacía esperar una crítica divertida y mucho más inteligente de lo que luego vemos en pantalla. Al fin y al cabo lo que nos cuenta La chispa de la vida no es ninguna novedad hoy en día (en El gran carnaval de Billy Wilder a lo mejor sí era algo sorprendente) y hay cientos de películas mucho más comprometidas con la crítica  a los medios que este film, que al fin y al cabo ha utilizado los medios que critica para vendernos algo que no tiene nada que ver con el resultado. Lo siento Álex, pero no tenías que haberte aliado con Randy Felman, José Mota y Salma Hayek. (3/10)