jueves, 5 de enero de 2012

Acero Puro

T.O.: Real Steel. 2011.Touchstone Pictures. Director: Shawn Levy. Guion: Dan Gilroy, Jeremy Leven, John Gatins. Reparto: Charlie Kenton (Hugh Jackman), Max Kenton (Dakota Goyo), Bailey Tallet (Evangeline Lilly).
 
Acero Puro nos sitúa en un futuro no muy lejano (2020), donde la atracción principal de la gente es ver a los robots peleando en un ring, es decir, boxeando. Charlie Kenton es un manager de robots de este tipo, pero las cosas le van realmente mal. A sus problemas se une el que le hayan dado la custodia de un hijo al que nunca cuidó, y del que se despreocupó. Su relación ira mejorando y el éxito le sonreirá tras encontrar su hijo a un robot sparring que se convierte por sorpresa (y esfuerzo) en un auténtico luchador del cuadrilátero.
El film de Levy flojea por todos sitios. La ambientación y descripción de la América donde se sitúan los hechos nos indica el declive en el que está sumida la sociedad (actual) y lo que se ve obligada a hacer la gente para sobrevivir o malvivir. Esto, junto con el claro mensaje en favor del pueblo que quiere transmitir el relato quedan totalmente en segundo plano, por detras la acción y los combates. 
Éstos están bien rodados y no se puede negar la agilidad de la historia, pero de fondo se observan unas intenciones críticas con la sociedad (los magnates rusos, la pobreza, la crisis del deporte, la bancarrota de un gimnasio de toda la vida, etc.) que acaban sin tener la mayor importancia. A esto hay que sumar un gran numero de situaciones ridículas y la cantidad de clichés de los que se dota a los personajes. Otro punto negativo es la elección de Dakota Goyo para dar vida al hijo de Charlie, porque su actuación es del todo repelente y desagradable (más que el huevo de El Gato con Botas); además, guarda más de un parecido con Justin Bieber, así que ya os podéis imaginar los numeritos de este niño en la pelicula. Por otro lado, la relación entre humanos y robots se desperdicia por completo quedando sin aflorar los sentimientos de Atom, que parece sentir algo cuando esta con los dos protagonistas. Es un aspecto que deberían haber trabajado mucho más y también tendrían que haber imprimido a todo el conjunto un aire más duro, algo que hiciese recapacitar al espectador.

Acero Puro no es más que diversión. Sí la recomendaría a los padres para que la viesen con los niños, aunque ni mucho menos la calificaría como buena peli para que los niños aprendan, más bien, para que se diviertan. Una película muy simple y poco destacable; aunque he de decir que mejor que la última entrega de Transformers. (3/10)

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