miércoles, 28 de diciembre de 2011

Un método peligroso

T.O.: A Dangerous Method. 2011. Director: David Cronenberg. Guión: Christopher Hampton. Reparto: Carl Jung (Michael Fassbender), Sigmund Freud (Viggo Mortensen), Sabina Spielrein(Keira Knightley), Otto Gross (Vincent Cassel), Emma Jung (Sarah Jung).

La película nos sitúa a comienzos del siglo pasado, durante el estallido de las teorías sobre el psicoanálisis iniciadas por Sigmund Freud. Uno de sus colegas y admiradores, Carl Jung, acepta tratar a una paciente con problemas psicológicos, Spielrein. Durante el tratamiento de ésta, Jung entablará una relación con Freud durante la que conversarán sobre la paciente y sus diferentes visiones acerca del campo de la "medicina" en el que trabajan. Por otro lado, Jung se verá atraído por la personalidad de Spielrein y acabará cayendo en una relación amorosa  con su paciente.
No hay un director tan camaleónico como David Cronenberg. Sólo él es capaz de pasar de hacer Videodrome o eXistenZ a películas como Promesas de Este y Una historia de violencia y, ahora, traernos una cinta de "época" como Un método peligroso. Ésto no tendría mérito si nos las presentase sin más y enlazase una trás otra sin sentido. Todo lo contrario, Cronenberg se dedica en cuerpo y alma a cada una de sus películas y por ello son tan fantásticas las historias que nos cuenta en cada una de ellas y resultan, cinematográficamente hablando, de una madurez extrema.En Un método peligroso nos cuenta los interesantes inicios del psicoanálisis y nos adentra en unos cuantos conocimientos básicos sobre las teorías y los métodos que se usaban y usan.
En este aspecto el film es impecable, no pierde al espectador en palabras científicas ininteligibles, pero tampoco cae en la simplicidad.En cuanto a la ambientación histórica está bastante lograda, partiendo de la sobriedad de las imágenes de Cronenberg, que no se permite grandes lujos para mostrarnos el comienzo del siglo XX y que con un par de escenas en exteriores y un muy adecuado vestuario para los actores nos sumerge de lleno en aquella época.
Por otro lado está el trabajo de los actores. Como sucede en todo film del director canadiense, están todos maravillosos. Fassbender demuestra una vez más su presencia hipnótica ante las cámaras y que su talento ha sido descubierto a tiempo para regalarnos un año excepcional. De Viggo Mortensen, colaborador habitual de Cronenberg, poco se puede decir sobre sus enormes dotes para la interpretación, que quedan de nuevo plasmadas en un Freud algo cómico que despacha a sus invitados con unas frases muy ingeniosas. Desde luego, un secundario de lujo. Quién también se sale a la hora de dar vida a un personaje difícil, lleno de tormento y, a la vez, muy racional, es Keira Knightley. Su interpretación es una seria competencia para Meryl Streep en los Óscar, pués pocas mujeres han dado vida a un personaje tan enloquecido como ésta Sabina Spielrein de Keira Knightley.
La historia centrada en el triángulo de relaciones que se establece entre los tres protagonistas no decae en ningún momento. Las conversaciones entre Jung y Freud son el eje central y es lo que hace que el relato vaya avanzando a buen ritmo. Son éstas situaciones en las que se encuentran los dos psicoanalistas las que mayor interés captan del espectador, pués se establece un duelo entre los personajes y los dos magníficos actores, resuelto a la perfección. Es un film mayúsculo, serio, sobrio, como ya he dicho, y al mismo tiempo duro, tormentoso y traumático (especialidad del director). De todas formas, Cronenberg demuestra que se puede echar a las espaldas lo que le venga en gana, ya que su madurez a la hora de realizar films ha quedado patente desde hace unos años con ese cambio que experimentó en la sensacional Una historia de violencia. Nos quedan años y pelis de Cronenberg y, a Dios pongo por testigo, que me alegra enormemente. Para mí, éste es uno de los genios vivos del cine. (8´25/10)

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