El Ilusionista (de Jacques Tati)

T.O.: L´Illusioniste. 2010. Pathé, France 3 Cinéma. Director: Sylvain Chomet. Guión: Sylvain Chomet, según un guión de Jacques Tati.

Un mago/ilusionista francés se marcha a Gran Bretaña para hacer una gira por algunas ciudades importantes. El arte que ofrece está ya en las últimas, ya que tiene que competir con el cine, el rock y otros fenómenos (TV) que hacen que las nuevas generaciones pierdan el interés por sus espectáculos. Durante su estancia en un pueblecito escocés conocerá a una joven, que trabaja en una taberna. La chica, fascinada por el mago y deseosa de conocer mundo más allá de ese territorio rural decide unirse a él y acompañarle en su gira. Ambos cuidarán el uno del otro, mientras el ilusionista ve como su arte es cada vez más difícil de llevar al público.

El Ilusionista es una película sencilla, pero desde su sencillez y humildad consigue transmitirnos lo grande que es el cine. Con este film se vuelve a demostrar que los límites del cine de animación son infinitos, y no están en el digital o el 3D. Con una buena historia los dibujos animados nos transportan a un universo de fantasía imposible para la imagen real. El Ilusionista recrea las ciudades, pueblos y paisajes de una manera preciosa y muy acogedora, de esta forma te sientes cómodo viendo la película, como si tu madre te estuviese leyendo un cuento. Para contarnos la historia de este mago, Chomet ha optado por incluir un par de líneas de diálogo, cortas y escasas, y dejar todo el peso en la interpretación/imitación del protagonista, que es un calco de Jacques Tati, porque la película es un claro homenaje a este cineasta y actor. El relato es mágico, contándonos la caída de una profesión o arte de una manera simpática y con buen gusto y cariño. La música y el dibujo es genial; con múltiples referencias al cine clásico, a los inicios de éste.

No me extraña que El Ilusionista compitiese con Pixar en los Óscar porque, desde luego, es una de las mejores películas de este año. El cine surgió de la magia, de los espectáculos de la farándula, de los ilusionistas, de los trucos, de Méliès, de los mimos, de los gestos, de las expresiones, de Chaplin... El cine es pura magia y esta película nos cuenta una maravillosa historia sobre ilusiones y sentimientos ya perdidos, olvidados, intenta recuperarlos y, al menos, durante la hora y veinte que dura lo consigue de sobra. La secuencia final es, simplemente, sobrecogedora. Una maravilla del cine de animación. (8/10)