viernes, 12 de agosto de 2011

Steven Spielberg rodó escenas con el niño de Encuentros en la tercera fase (1977) valiéndose de toda clase de trucos. En el momento del rodaje, el pequeño Cary Guffey tenía tan sólo cuatro años, y dado que era imposible que el pequeño pudiera entender el sentido de lo que se filmaba, el realizador lo que hizo fue jugar constantemente con él en el plató a fin de conseguir las reacciones y expresiones que quería. Por ejemplo, para rodar la primera escena del niño en el film, en la cual se levanta en mitad de la noche cuando oye cómo se ponen en marcha los juguetes y de repente ve (en fuera de campo) a un extraterrestre, Spielberg llegó al extremo de ponerse un disfraz de oso para sorprender a Guffey en ese preciso instante; el niño no se asustó y sonrió, tal y como se ve en la película. Lo cierto es que esta estratagema de juego dió un resultado óptimo, dado que, de este modo, todas las escenas del niño salieron de primera, hasta el punto de que los miembros del equipo le bautizaron como "one-take Gary" (Gary una toma).

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