miércoles, 31 de agosto de 2011

Seven, una obra maestra del thriller

Aprovechando que esta semana han televisado Seven y que la he recomendado en este blog, publico este artículo sobre la magnífica película de David Fincher.
Para los que la habéis visto me imagino que estaréis de acuerdo conmigo en que se trata de un peliculón, de esos que rápidamente pasan a estar entre los favoritos en las listas privadas y personales (los que no la hayáis visto, en cuanto podáis hacerlo). En las listas de la crítica y de los entendidos también se haya en los puestos importantes y no porque fuese un film violento y visceral, ni por su impacto visual; sino porque en esta película se aprecia una crítica, muy bien descrita, sobre la sociedad decadente y violenta de estados unidos (o del mundo, según se mire). Si a esto le añades una trama interesante y bien llevada a cabo, el resultado es una película de primera calidad, con mucha personalidad y sustancia, algo difícil de ver en thrillers de este tipo.

Vamos a empezar hablando del film y sus aspectos técnicos. No se puede decir casi nada negativo, lo más flojillo del conjunto son un principiante (en cuanto a un papel serio) y algo inquieto, Brad Pitt y una duración que muchos han criticado de excesiva pero que a mi me parece perfecta. Es cierto que son dos horas, pero a mi me parece una y media. El ritmo, creciente a lo largo de todo el relato, es muy ágil. El interés del espectador va creciendo con cada asesinato y con las pesquisas de los dos protagonistas, no hay ningún momento de bajón. Ademas, las escenas de acción insertadas a lo largo del metraje, ayudan al fluir de la historia, sin que se estanque.

Los momentos íntimos son de un interés mayúsculo, de hecho es lo que hace que Seven sea diferente a otras películas de su categoría, ya que plantea unas situaciones personales, unos sentimientos, unas inquietudes muy profundas y esto lo logra en esos momentos de intimidad de los protagonistas, sobre todo del expléndido Morgan Freeman.
Otro de los aspectos técnicos que hay que destacar es el montaje. Las escenas de los asesinatos están resueltas con clase, al igual que los momentos de acción. No se dejan llevar por el morbo, la sangre o el nerviosismo y todo esta filmado con elegancia. Consiguen transmitir perfectamente esa sensación de calma desasosegante y turbia, donde abres una puerta o giras una esquina y te encuentras con el pecado o la maldad. La iluminación y la fotografía son espectaculares. En los interiores el aspecto de las imágenes es sucio, gastado, podrido, es triste, con iluminaciones grises, rojas, oscuras; en el exterior el ambiente es asfixiante y deseperanzado. El  hecho de que no haya ninguna escena en la calle que no transcurra bajo la lluvia dice mucho de las intenciones de Fincher al mostrarnos el horrible mundo, poco acogedor.

En cuanto al guión, es uno de los libretos mas sólidos e interesantes que se han realizado en el cine de detectives. La trama es sencilla, pero los giros argumentales y las sorpresas están inteligentemente integradas en la historia y nada nos decoloca o asombra, todo esta perfectamente explicado y justificado.
Una de las cosas que mas destacan del guión es el trabajo que tiene en los diálogos, sobre todo para tratarse de un film donde el peso recae en dos policías. Y es que en las frases que pronuncian ambos se esconde algunas de las críticas y observaciones más deprimentes que se pueden hacer sobre nuestra sociedad. El pesimismo de Freeman, frente a la ilusión de Pitt se hayan en continuo contraste y así queda reflejado en sus palabras y en los actos que realizan. De esta manera se convierten en un reflejo de la sociedad, con los antecesores observando, cansados y desesperanzados, a una juventud que no ve lo que tiene ante sus narices y que lo quiere todo lo antes posible, sin mirar las consecuencias. El mal acaba surgiendo en esta sociedad y demuestra la capacidad que tiene para hacer recapacitar, pues si los buenos dejan de pensar por sí mismos y de actuar con inteligencia, los malos se aprovecharan e intentaran llevar el mal a todos los rincones.
De esta forma la sociedad se ha convertido en un lugar violento, repleto de ignorancia y de maldad. El increíble desenlace final viene a demostrar el triunfo de todas estas ideas. A pesar de ello el hombre no pierde la esperanza y, como dice Morgan Freeman, estará siempre por aquí, para echar una mano o lo que haga falta.

En definitiva: Seven es una gran película, que no solo nos cuenta una historia sobre investigaciones, policías y psicópatas, sino que se trata de un film ejemplar sobre los males que inundan la sociedad y que la llevan derechita a una posible autodestrucción. Cuando las atrocidades mas retorcidas se ven como normales o pasables ya no le queda nada al hombre y sucumbimos a los "pecados" fácilmente. Solo queda sobrevivir y combatirla, como Morgan Freeman, o dejarse llevar y formar parte de ella, como Brad Pitt.

No hay comentarios:

Publicar un comentario