Para los que la habéis visto me imagino que estaréis de acuerdo conmigo en que se trata de un peliculón, de esos que rápidamente pasan a estar entre los favoritos en las listas privadas y personales (los que no la hayáis visto, en cuanto podáis hacerlo). En las listas de la crítica y de los entendidos también se haya en los puestos importantes y no porque fuese un film violento y visceral, ni por su impacto visual; sino porque en esta película se aprecia una crítica, muy bien descrita, sobre la sociedad decadente y violenta de estados unidos (o del mundo, según se mire). Si a esto le añades una trama interesante y bien llevada a cabo, el resultado es una película de primera calidad, con mucha personalidad y sustancia, algo difícil de ver en thrillers de este tipo.

Vamos a empezar hablando del film y sus aspectos técnicos. No se puede decir casi nada negativo, lo más flojillo del conjunto son un principiante (en cuanto a un papel serio) y algo inquieto, Brad Pitt y una duración que muchos han criticado de excesiva pero que a mi me parece perfecta. Es cierto que son dos horas, pero a mi me parece una y media. El ritmo, creciente a lo largo de todo el relato, es muy ágil. El interés del espectador va creciendo con cada asesinato y con las pesquisas de los dos protagonistas, no hay ningún momento de bajón. Ademas, las escenas de acción insertadas a lo largo del metraje, ayudan al fluir de la historia, sin que se estanque.
Los momentos íntimos son de un interés mayúsculo, de hecho es lo que hace que Seven sea diferente a otras películas de su categoría, ya que plantea unas situaciones personales, unos sentimientos, unas inquietudes muy profundas y esto lo logra en esos momentos de intimidad de los protagonistas, sobre todo del expléndido Morgan Freeman.

En cuanto al guión, es uno de los libretos mas sólidos e interesantes que se han realizado en el cine de detectives. La trama es sencilla, pero los giros argumentales y las sorpresas están inteligentemente integradas en la historia y nada nos decoloca o asombra, todo esta perfectamente explicado y justificado.


En definitiva: Seven es una gran película, que no solo nos cuenta una historia sobre investigaciones, policías y psicópatas, sino que se trata de un film ejemplar sobre los males que inundan la sociedad y que la llevan derechita a una posible autodestrucción. Cuando las atrocidades mas retorcidas se ven como normales o pasables ya no le queda nada al hombre y sucumbimos a los "pecados" fácilmente. Solo queda sobrevivir y combatirla, como Morgan Freeman, o dejarse llevar y formar parte de ella, como Brad Pitt.
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