No voy a decir mucho sobre el argumento ya que es igualito al de la primera peli: Stu se va a casar en Tailandia y en una noche de juerga pierde al hermano de la novia, al que tendrán que encontrar para que la boda siga adelante. Y ya está, así de originales han decidido ser los creadores de esta secuela.
A esta historia hay que añadirle todos los chistes, gags, situaciones, salidas de tono, estridencias, etc. de la primera entrega, pero en Bangkok. Es una película que no aporta nada nuevo, una mera copia de Resacón a las Vegas, no plano a plano, pero si situación a situación, gracia a gracia.
Es una pena, porque ésta última dio un giro a la comedia estadounidense y se convirtió en una de las mejores comedias gamberras de todos los tiempos, sin embargo, empeñados en explotar todos las pelis en forma de blockbusters del verano, los productores han metido la pata.¿Porqué no dejar descansar Resacón en las Vegas en paz y que con el tiempo sigamos deseando verla, y no saturarnos a partir de ahora con un remake-secuela cada año para acabar odiándola? ¿Os imagináis que Billy Wilder hubiese hecho diez películas a partir del film Con faldas y a lo loco?. Ojalá me escuchasen, pero no lo van a hacer, así que habrá que prepararse para la tercera parte de Resacón, en otro país y tal vez con la misma "originalidad" que esta fallida segunda parte. (2/10)
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