martes, 24 de mayo de 2011

Medianoche en París

T.O.: Midnight in Paris. 2011.Rolins&Joffe Productions. Director:  Woody Allen. Guión: Woody Allen. Reparto: Gil (Owen Wilson), La musa (Marion Cotillard), Inez (Rachel McAdams), Paul (Michael Sheen), guía del museo (Carla Bruni).

Desde "Match Point", Woody Allen estaba en baja forma y ninguna de sus películas consiguió cuajar bien entre público y crítica. El esquema Allen empezó a cansar un poco a los espectadores y sus historias dejaron de interesar y se convirtieron en films al servicio de sus repartos estelares. He de decir, que aunque no fueron películas al nivel esperado, se dejaron ver perfectamente y siguen siendo una lección de lo bien que resulta un excelente guión.

En esta nueva película, Woody Allen nos cuenta la historia de un escritor de guiones de Hollywood que no encuentra la inspiración para escribir su primera novela. Es un hombre enamorado de la ciudad de París y en un viaje de regreso a este lugar es cuando descubrirá que en París es donde debe realizar su novela pues allí si que le visitan las musas. Está prometido con una mujer procedente de la alta sociedad y a ella no le hace mucha gracia quedarse en la ciudad europea a vivir, prefiere el lujo de Beverly Hills o Malibú.
Una serie de extraños acontecimientos, que le permitirán viajar en el tiempo al ambiente parisino de los años 20, le harán conocer a diversos personajes de todo tipo que le ayudaran en su aventura novelesca y le descubriran los entresijos artísticos que esconde la capital francesa.
Es un film imposible de olvidar para todos aquellos que hemos estado en París y nos hemos enamorado de la ciudad. Allen refleja la urbe francesa con todo lujo de detalles, no se deja ningún lugar emblemático por enseñar y refuerza el encanto de París mostrandonoslo en los años 20, cuando numerosos, importantes e influyentes artistas poblaban sus calles, bares y fiestas nocturnas, al ritmo del charlestone.
El guión, como ya es costumbre en el director, es impecable. La parte "fantástica" del relato no se desliga de la realidad en ningún momento, de hecho es bastante verosímil gracias a la magia que desprende la ciudad parisina por cada uno de sus rincones, es el lugar perfecto para que ocurra lo que se nos cuenta. Los personajes vuelven a pertenecer al mundo de Woody Allen, con sus estridencias y sus extravagancias. Owen Wilson es la viva imagen de Allen, en su actuación vemos reflejados tics, formas y comportamientos propios del director cuando interpreta algún personaje. Los secundarios están enormes en sus papeles, dando vida a una interminable troupé de artistas afincados en París en los años 20.


En definitiva, Woody Allen parece que ha recuperado la buena forma en esta película. Se trata de un film delicioso, entrañable, tanto como la ciudad en la que se desarrolla. Es divertido e inteligente, asuntos que no tienen porque estar reñidos pero que pocos saben mezclar tan bien como el director de Nueva York. Una película cien por cien Allen y que yo considero de sus mejores piezas. No es una obra maestra, pero como he dicho al comienzo es imposible que para todo el que haya estado en París no se convierta en una de sus favoritas. (8/10)

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