sábado, 25 de febrero de 2012

Los descendientes

T.O.: The Descendants. 2011.Ad Hominem, Fox SearchLight. Director: Alexander Payne. Guión: Nat Faxon, Jim Rash, Alexander Payne, basado en la novela de Kaui Hart Hemmings. Reparto: Matt King (George Clooney), Alexandra King (Shailene Woodley), Scottie King (Amara Miller), Sid (Nick Krause), Matthew Lillard (Brian Speer), Hugh (Beau Bridges).

Matt King es un próspero abogado que vive en Hawai. Un día, su mujer sufre una accidente y se queda en coma terminal. En ese momento, Matt se entera de que ella le era infiel. Tendrá que lidiar con la situación que se le ha presentado, intentar reconciliarse con su familia, comunicar el futuro fallecimiento de su esposa a amigos y familiares y descubrir al hombre que le suplantó. Todo ello, con la ayuda y apoyo de sus dos hijas y un extravagante amigo de una de ellas.

Una de las cosas más conseguidas de la película es la increíble visión que se muestra de las islas de Hawai, una perspectiva que nunca antes se nos había presentado con tanto realismo y cotidianidad. Ésto es uno de los múltiples aciertos del film, y es que ya desde este escenario podemos observar el retrato que Payne quiere mostrar sobre personajes e historia. Esto es: muy alejado de la comedia típica ambientada en chiringuitos de playa, hombres musculosos, mujeres despampanantes, etc.; sino la vida común y real que tiene lugar en el archipiélago tanto como en el resto del mundo.
Por otro lado, el relato, el guión son maravillosos, como es costumbre en el director. El tratamiento de los acontecimientos tan duros y tristes que se tratan en contraposición con las ironías y comicidades que se suceden en el film hacen de Los descendientes un conjunto simpático, agradable, directo, duro y entrañable. Payne lo mezcla todo, o más bien lo alterna, porque es experto en pasar de la secuencia más dramática a lo más absurdo y risible en cuestión de planos y sin resultar extraño o cargante. A todo esto, hay que sumarle la genial interpretación de George Clooney, que se supera una vez más, interpretando a un Matt King lleno de duas, miedo, enfado, de amor y de cariño. Una buena persona, pero sin excesos, es decir, un hombre muy humano.

Los descendientes es un film inteligente, un drama sobre la vida misma; sobre su agrio y puñetero sentido del humor, con la inconfundible y siempre apreciable huella de un Alexander Payne en auge. Una de las películas del año, uno de los guiones de la temporada y una de las mejores interpretaciones que hemos podido ver de George Clooney (que no la mejor). Una pequeña, y a la vez, enorme historia sobre la familia y el amor. (8/10)

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