jueves, 12 de enero de 2012

El día de la bestia (1995)/ciclo Álex de la Iglesia

Dos años tardó Álex de la Iglesia en realizar su siguiente largometraje. Y, por el resultado que se puede disfrutar en El día de la bestia, la espera mereció la pena. Y es que, ésta es la gran obra maestra de Álex de la Iglesia (por ahora). Un cura (Álex Angulo), cree haber desccifrado la fecha en la que se producirá el Apocalipsis y el lugar exacto. Éste no es otro que la ciudad de Madrid y el día, según sus interpretaciones, será el 25 de diciembre, es decir, en plena Nochebuena. El cura viajará a Madrid y con la ayuda de un heavy de Carabanchel y un presentador de televisión muy peculiar, intentará frenar al diablo y evitar la llegada del fin del mundo.

Esta película de Álex de la Iglesia es la que nos descubrió definitivamente la mentalidad creativa de este realizador y la estética y humor con los que crearía su muy peculiar estilo, uno de los más originales del cine actual. Una de las cosas más logradas de El día de la bestia es la ambientación de la acción. Auque la historia se narra en el mismo año en que está estrenada la peli, es decir 1995, la ambientación de Madrid, la estética apocalíptica y la fotografía nos muestran una ciudad mucho más parecida al futuro que se muestra en Blade Runner (salvando las distancias claro está). Por otro lado esta estética está mezclada con un reflejo de interiores mucho más cálido y tranquilo, como si dentro de sus casas la gente estuviese a salvo pero a la hora de salir afuera la realidad los devorase y corrompiese. Ésta mezcla dota a las difrentes escenas de una fuerte personalidad; se podría decir que es una especie de Amélie  a lo bestia y freakie.  
Álex de la Iglesia vuelve a demostrar, y esta vez con creces, que su presencia tras las cámaras no deja nada a la casualidad y que cuida cada plano con una meticulosidad cinematográfica que pocas veces se disfrutaban por aquél entonces en el cine español. Y es que hay planos y secuencias rodadas con maestría, que no dan la sensación de estar asistiendo al segundo trabajo de un director. El guión es magnífico; cuenta con unas situaciones de lo más originales; y unas frases y diálogos desternillantes. La secuencia inicial en la que el cura llega a Madrid haciendo el mal es magnífica y aquella que se desarrolla en el cartel de Schweppes simplemente ha pasado a la historia.

Por otro lado está el trabajo de los actores, todos ellos excepcionales. Álex Angulo está sensacional, dando vida a un héroe de lo más extraño, pero extraordinariamente testarudo y que llegará hasta el final de su historia por salvar a la humanidad.
Le secunda un Santiago Segura que se daba a conocer en un papel importante por primera vez y que destacaba claramente. Ambos hacen un tándem de los más freak y original: un satánico/heavy y un cura. Dos antihéroes que se hacen con el público desde el inicio y que comparten momentos divertidísimos.

El día de la bestia es ya un film de culto del cine español y con toda justicia. Tal vez sea también uno de los trabajos cinematográficos más sorprendentes y originales de los 90; sencillamente, uno de los mejores. El ritmo de todo el relato es frenético, lo que entretiene; la historia es una mezcla de humor y macabrismo de lo más simpática y los actores están excepcionales. Además, el mérito no se encuentra sólo delante de las cámaras, sino también detrás, con una labor de realización bastante seria para lo que nos tienen acostumbrados este tipo de films. Desde luego una obra maestra del cine español y la más importante de Álex de la Iglesia. No es una película perfecta, pero es sensacional.

2 comentarios:

  1. Vi esta peli hace tiempo y me divertio y entretubo un montòn .Tenia una estètica muy castiza o españolera pero estaba realizada con imaginaciòn y originalidad.
    Si se quiere pasar un buen rato es recomendable

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  2. Hola Anónimo.
    Desde luego, como bien dices, su estética cañí y cien por cien española hace de ella una pequeña joyita del cine de nuestro país, aunque sea por el entretenimiento que proporciona y lo original de su planteamiento.
    Un saludo.

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