Melancolía

T.O.: Melancholia. 2011.Zentropa Entertainments. Director: Lars von Trier. Guión: Lars von Trier. Reparto: Justine (Kirsten Dunst), Claire (Charlotte Gainsbourg), John (Kiefer Sutherland), Gaby (Charlotte Rampling), Dexter (John Hurt), Michael (Alexander Skarsgard).

Al inico de la nueva película de Lars von Trier observamos la celebración de la boda de Justine y Michael. Pero no se trata de una fiesta normal, pues Justine actúa de manera extraña ante la presencia de una estrella que vislumbra en el cielo; además sus padres no se comportan como deberían y su hermana controla demasiado a la pareja para que todo salga perfecto. Pasa el tiempo y vemos a Justine conviviendo con su hermana, Claire, y el marido de ésta, John; mientras observan como un misterioso e imponente planeta, llamado por los científicos Melancolía, se va acercando a la Tierra.

Es curioso el argumento que ha elegido Lars von Trier para su nueva película. Es cierto que el director se atreve con todos los géneros y que los ha tratado con bastante efectividad a lo largo de su carrera, sorprendiendo en su momento con el peculiar musical Bailando en la oscuridad. En este caso se atreve con una historia que mezcla cine de ciencia-ficción y cine de catástrofes, pero de un modo muy diferente al que estamos acostumbrados. En la primera parte del film asistimos a un reflejo, de esos que tanto le gustan a Von Trier, de la clase burguesa; durante una celebración de boda. En ella conocemos a los personajes protagonistas y descubrimos sus personalidades, algo deformes y turbulentas, lo que ya es normal en el cine del director.
Todos parecen estar inquietos por cosas mucho más mundanas y diferentes a las de Justine, que está fascinada (y algo alterada) por la nueva estrella que ha aparecido en el firmamento. Lars von Trier planifica el banquete de boda perfectamente y nos introduce de lleno en él, recorriendo las mesas, pasillos y salones y descubriendo lo que los personajes "esconden" bajo esa fachada burguesa. En la segunda parte de la película acudimos al Apocalipsis, vislumbrado desde la mansión señorial de la hermana de Justine y su marido. Aquí Von Trier crea un universo único y a parte del resto del mundo, de tal manera que no acudimos a la destrucción de grandes ciudades y a masas de gente huyendo de su destino; sino a la vida de una familia que poco a poco se va viendo afectada por la presencia del planeta Melancolía próximo a la Tierra; una vida que acabará drásticamente alterada (lo cuál es normal ante el fin del mundo). Nadie es capaz de ver el trágico final, o no lo quieren ver, salvo Justine. Todo el relato está acompañado de unas imágenes espectaculares, tanto en belleza como en composición. La fuerza visual sigue siendo el punto dominante de este director, y lo sabe explotar con medida y perfección.

Los actores (pero esto no es una novedad en un film de Lars von Trier) están excepcionales. Destaca Kristen Dunst, que interpreta a una mujer meláncolica, que establece una especie de relación mística con el planeta que amenaza la Tierra. Esta relación no es casualidad. En la antigüedad, una persona melancólica era aquella que se mantenía alejado del mundo real, absorvida en sus pensamientos y que era capaz, incluso, de predecir el futuro a través de la lectura de los astros y planetas, con los que entablaba una relación peculiar. De ahí el título de la película, el nombre del planeta y la personalidad de Justine. El momento más espectacular y de mayor lucimiento de Kristen Dunst, tiene lugar en los minutos que dura la celebración, donde nos obsequia con unos cuantos cambios de registro en el carácter de su personaje, propios de una grandísima actriz. Sutherland y Gainsbourg también están estupendos, sobre todo nos sorprende él, que nos da un retrato entre entrañable y odioso de un hombre rico, obsesionado con el planeta Melancolía y que es incapaz de ser sincero consigo mismo y con su familia cuando llega la hora de la verdad.

Melancolía es una de las mejores películas de este año y de la carrera de Lars von Trier, que vuelve a demostrar que es un director innovador y renovador; que se atreve con todo y que nada a contracorriente ofreciendo productos de auténtica calidad cinematográfica. Y, es que hay algo que no se le puede negar a Von Trier, guste o no su cine, y es su talento artístico y la visión tan maravillosa que tiene del ser humano, al que trata y manipula en sus películas a su antojo. Un verdadero genio que nos regala una auténtica genialidad este año: Melancolía. Animo a todos los que podais a disfrutarla, no la dejeis pasar. (8/10)