En un futuro próximo, el dinero ya no tendrá valor y el tiempo pasará a ser su equivalente. Los pobres disfrutan o poseen poco tiempo, mientras que los más ricos pueden vivir casi eternamente, con cifras de tiempo estratosféricas en sus manos. Un joven, Will Salas, con la ayuda de la hija de uno de los mayores magnates de la ciudad, intentará conseguir el orden en el sistema o al menos un poco de justicia en el reparto del tiempo.
Andrew Niccol es un tipo que tiene unas ideas bastante curiosas y que ya ha demostrado que suelen funcionar bien a todos los niveles, tanto artísticos como taquilleros. In Time es otra muy buena idea de Niccol, con un guión que prometía ser muy interesante y que intentaba tratar temas candentes hoy en día.
Pero se queda en eso, en prometía e intentaba, pues
el relato acaba flojeando en sus momentos de más tranquilidad y no
consigue ahondar lo suficiente, ni criticar con la eficiencia que se
espera de unas intenciones que están ahí, pero que no se concretan (me
refiero a las constantes comparaciones con la situación económica
actual). En cuanto a los actores, están correctos y salvan el papel cada
uno con sus carencias (sobre todo Timberlake, al que un papel tan
dramático no le va ni con cola). Los intérpretes se lo pasan bien en las
escenas de acción y tampoco resultan muy irritantes, aunque sus frases dejan mucho que desear. Lo peor de toda la película es que no consigue "pillar" un ritmo lo suficientemente rápido para hacer el relato algo más entretenido. Acaba aburriendo, no mucho, pero lo suficiente para descartarla como una buena película del género (muy similar a lo que le pasaba a Destino Oculto).
Aunque le encontramos parte de los mismos fallos que tú, nos ha gustado un poco más, pese a todo, fue nuestra película de la discordia de este miércoles.
ResponderEliminarPero sí, podría haber sido mucho mejor, el material es muy bueno.