miércoles, 28 de septiembre de 2011

Las películas que cambiaron la historia del cine clásico de Hollywood

Voy a poner aquí las que yo he seleccionado, que no es fácil. Son aquellos films del Hollywood clásico que cambiaron para siempre el arte cinematográfico y que han colaborado a hacer que a este mundo se le denomine séptimo arte, porque viendo estas obras lo tiene bien merecido.


Lo que el viento se llevo, de Victor Fleming (1939). Esta película, basada en una novela de la escritora Margaret Mitchell, se convirtió en un gran melodrama repleto de pasión, de fuerza y de mitos, pasando a ocupar un lugar privilegiado en la historia. No hay mujer que se resista a esta película, ni cinéfilo. Gran parte del éxito fue de David O. Selznick que supo llevar con mano experta el rodaje, la producción y la publicidad. Lo que el viento se llevo ganó diez Oscar; pero, francamente, esto es lo que menos importa.




 
 
Ciudadano Kane, de Orson Welles (1941). Hay un genio reconocido en el mundo del cine que se llama Orson Welles. Su talento y atrevimiento a la hora de rodar sus películas ha quedado plasmado para siempre. En esta película destaca su vanguardismo, muy atrevido en ese momento, y la crítica tan directa que se hacia del magnate de la prensa William H. Hearst. Ha pasado a la historia y es considerada por muchos expertos la mejor película de la historia del cine.




 
 
Casablanca, Michael Curtiz (1943). Una película que no se esperaba que pasase a tener tanta importancia. Una producción modesta y un guion inteligente hacían presagiar un film interesante. Pero el amor y los sueños se han encargado de elevar esta obra maestra al Olimpo del cine y situarla entre las películas más importantes de la historia. La pareja protagonista es, para mi, la mejor que se haya visto nunca.



 

 
Gilda, de Charles Vidor (1946). Un bofetón, que nadie se esperaba en el rodaje y un guante, han convertido esta película en un mito.Pero no sólo esta aquí la chicha del film, sino en su pareja protagonista: Glenn Ford y Rita Hayworth, que hicieron las delicias del cine (como la pareja de Casablanca) y le dieron un empujón a la gloria a esta modesta película del cine negro, con el desparpajo de su protagonista femenina.

 


Ben-Hur, de William Wyler (1959). Hay un maestro polivalente de la realización que está considerado como tal por todos los entendidos y ese es William Wyler. En Ben-Hur, el grandísimo director consiguió unir el talento y el buen hacer con la espectacularidad, los efectos y el entretenimiento. Una de las primeras y más importantes superproducciones de Hollywood. Hasta hace poco ostentaba el récord de once Oscar, pero Titanic y El retorno del rey lo igualaron recientemente.

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