La primera película sonora de la historia

Aunque ya se hacían antes proyecciones de películas con acompañamiento de sonido, música o voces sincronizadas, la que está considerada como la primera película sonora y hablada de la historia es El cantor de jazz (1927), dirigida por Alan Crosland y protagonizada por el cantante Al Jolson. En realidad, la película solo incluye algunas canciones y dos fragmentos de diálogo, que dicen eran improvisados en su mayoría. Éste film fué el primero sonoro, pero la primera película totalmente hablada fué Lights of New York (1928), una producción de la Warner que se presentó con el carte: "100 por 100 hablada", los personajes de este film hablaban incluso durante los créditos iniciales y los finales.