miércoles, 10 de agosto de 2011

Cada vez que a Alfred Hitchcock algún periodista le incordiaba, echándole en cara la violencia de algunas de sus películas y los posibles efectos perniciosos de aquélla sobre el espectador, el genial realizador replicaba enseñándole un recorte de prensa plastificado que llevaba siempre consigo. El recorte contenía la noticia de un suceso real, que explicaba que un hombre había asesinado  a su mujer después de haber ido al cine: el film que acababan de ver era... "Blancanieves y los siete enanitos" de 1937

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