
La película empieza con una increíble y desternillante sátira a todas las pelis de terror, en especial a aquellas que se basan en causar sensaciones desagradables al espectador (como Saw). La verdad es que parece que estemos ante una especie de "Scary Movie", pero tras veinte minutos de parodia, empieza la acción "real". En realidad, casi toda la película pretende ser una crítica a las actuales producciones del genero, sin embargo, acaba siendo ella misma un film digno de parodiar, porque su fin es el mismo que todas las demás: recaudar dinero sin importar la calidad de lo que se exhibe o lo interesante del argumento; y lo peor de todo es que también nos quiere dar una visión de la nueva sociedad juvenil y sus defectos: internet, el dinero, la televisión basura, la fama.... muy lejos de conseguirlo (como lo hizo a la perfección la brillante "La red social", dentro de su género).

La verdad es que Wes Craven ha terminado de rematar esta saga, que empezó con una muy interesante primera parte (considerada ya una película de culto en el genero), y ha acabado fastidiando y ridiculizando a los personajes (incluido Ghostface, que en esta cuarta parte da un poco de risa cada vez que aparece).
Una película para ir bien acompañado de gente que se asusta fácilmente y reírse del miedo tan artificial que provoca, y digo artificial porque nada del argumento ni ninguna de las apariciones de Ghostface inquieta lo más mínimo, sino fuese por golpes de música o giros bruscos de la cámara. Del final no digo nada, pero yo me reí de lo absurdo que era lo que estaba viendo. En fin, una saga más que se tira a la basura por recaudar más millones. (3/10)
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