La palabra que puede definir esta película es: decepcionante. Y digo esto, porque siendo el director Roland Joffé ( La Misión, Los gritos del silencio), esperaba mucho mas de ella. Joffé llevaba un tiempo firmando títulos bastante deprimentes. Después de haber hecho las dos grandes películas que he mencionado antes, parecía que caía en picado hacia el olvido. En esto,surge lo que parecía la oportunidad para reivindicarse como buen director, pero lo echa todo a perder y demuestra una vez mas que ya no tiene ese toque de maestría que parecía poseer en La Misión y en Gritos del silencio. Tal vez, bastante influenciado por la producción y limitado por el presupuesto, el director podría tener excusa; pero es que estas carencias no las solventa de ninguna de las maneras en que podría haber dado al film más creatividad o interés. El guión se lía en sus propias historias y acaba ahogando a algún que otro personaje (como el de Manolo, al que podrían haber dado mayor importancia dramática). Se empeña, el director, en hacer escenas de batallas o de localizaciones intentando mostrar todo el esplendor del que carecen; pues, he de decir, que la labor de ambientación es pésima. Los actores son bastante mediocres, se salva Charlie Cox como Escrivá de Balaguer, pero por ser una elección de casting muy acertada;el resto se pasean por la pantalla sin pena ni gloria, aunque la falta de interés por sus historias deriva del relato.

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