lunes, 9 de enero de 2012

The Artist

T.O.: The Artist. 2011.Le Petit Reine. Director: Michel Hazanavicius. Guion: Michel Hazanavicius. Reparto: George Valentin (Jean Dujardin), Peppy Miller (Bérénice Bejo), Al Zimmer (John Goodman), Clifton (James Cromwell), Doris (Penelope Ann Miller).

Se presentó en el pasado Festival de Cannes con toda la humildad que su producción le permitía, sin embargo, su maestría y su "original" forma la han convertido en una de las películas a tener en cuenta este año, junto a otras más grandes como El Árbol de la Vida, Los Idus de Marzo o Un dios salvaje. La película nos sitúa en torno a 1929, momento en que surge el cine sonoro. George Valentin es un exitoso actor de cine mudo que al llegar el sonido ve como su carrera entra en declive en favor del cine que incluye esta revolución. A su vez, tenemos un caso totalmente opuesto, el de la actriz secundaria (durante la etapa muda) Peppy Miller , que con la llegada del sonoro se convierte en una de las estrellas más populares de Hollywood. La manera en que ésta ha llegado a la cima es con la arriesgada ayuda de Valentin y Peppy no lo olvidará nunca.
Lo primero que hay que hacer tras ver la película (y que yo haría personalemente si pudiese) es felicitar a Michel Hazanavicius por traernos esta perla y darle las gracias por demostrar una vez más que el cine es mágico. Hazanavicius nos presenta un film en blanco y negro y mudo, en plena segunda década del siglo XXI; algo, sin duda, arriesgadísimo de cara al público. Sin embargo, demuestra ser todo un maestro y tomando prestado un poco de Murnau, de Welles, de Ford, de Lang e, incluso, un aire de Wilder, realiza una película a la altura de los clásicos, aunque hay que decirlo con la boca pequeña por si alguien se molesta. Lo que no deja lugar a dudas es que The Artist es un pluscuamperfecto homenaje al cine de toda la vida y, sobre todo, a aquél que desapareció con la llegada del sonido. 
Éste era un cine de sentimientos, de gestos, de imágenes; donde lo que se quería mostrar en la pantalla debía dejarse lo suficientemente claro y trabajarlo profundamente para que el espectador reconociese la historia, la personalidad de los personajes y las sensaciones que se querían transmitir. Así surgieron verdaderas cabezas pensantes del cine, auténticos genios que se las apañaban visualmente para contar historias que han pasado (muchas de ellas) a la historia. Hazanavicius puede sentirse orgulloso de haberse aproximado tantísimo a estos clásicos de la historia del cine y, por mi parte, aprecio muchísimo el gran esfuerzo que esto le ha costado y el cariño que se ve que ha puesto en ello.

Por su parte, el actor principal, Jean Dujardin, es el justo merecedor de todo lo que se le quiera entregar a modo de premio este año. Su actuación en The Artist no se puede describir con otra palabra que no sea colosal. 
La presencia, su planta, los gestos, la magia que desprende con la mirada y esos aires de divo de Hollywood de aquel entonces están logrados a la perfección. No hay absolutamente nada que reprocharle pues su papel en el film es redondo. Otro tanto para Bérénice, aunque esta tiene a su favor el increíble físico y la belleza que desborda, dignos de una estrella clásica. Con una simple sonrisa la actriz nos cautiva y cuando se acompaña de esos movimientos tan femeninos e inocentes consigue desplumarnos. Es la pareja ideal para Dujardin. Tampoco se quedan atras John Goodman, impresionante como productor de cine; James Cromwell, como el humilde y fiel mayordomo de Dujardin; o el perro que hace compañía a Dujardin durante todo el relato, un personajillo de lo mas simpático y entrañable, único amigo del protagonista. Todos ellos forman un elenco de los más completo.
En fin, The Artist es la película del año. El Árbol de la Vida es la otra, pero sus intenciones cinematográficas son tan diferentes que no se pueden comparar. Me quedo con The Artist, pues es una película que devuelve al espectador la fe en el cine... en el buen cine. Ver a la gente de hoy en día salir de una sala satisfechos de haber visto y disfrutado con una película muda y en blanco y negro es algo mágico. No nos ha tocado vivir la época en la que pasaban esas cosas, por lo que Hazanavicius tiene un enorme mérito a sus espaldas al haber conseguido entretener y gustar con su film. Es ademas una obra perfecta, una peli redonda. No tengo más que decir, salvo que deberiais ir a verla si todavía no habéis tenido la oportunidad, esta peli esta haciendo historia en el cine y no debemos perdernosla. (10/10)

1 comentario:

  1. Un justo 10, alcanzó todas mis expectativas, desde pequeñita siempre me ha gustado el cine mudo ysiempre he deseado que alguien se atreviese a hacer unapelícula así y poder verla en cine, me encantó, maravillosa, mágica, buen cine, la veré otra vez sin duda antes de que salga de cartel. Una peli que sin duda te puede alegrar el día.

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