En esta orgía de remakes, adapataciones, sagas, etc., es decir, de falta de ideas originales, una obra maestra como
Blade Runner no ha podido librarse. Lo peor de todo es que quién quiere incidir de nuevo en el tema ha sido su director original: Ridley Scott. No queda claro si es una continuación o una reinvención (si es que eso se puede hacer con esta magnífica película). El director ha expresado la intención de alejarse del planteamiento visual original (uno de los mejores de la historia), buscando una nueva forma de acercarse a aquél universo, por ello no va a contratar a Harrison Ford (cosa que se agradece). Pero todo ésto es una noticia que pulula por Hollywood y que todavía no tiene guión, por lo que todavía queda tiempo para que la podamos ver. Os mantendré al tanto de todo lo que me llegue. Pero a mí tocar una película como
Blade Runner me parece una muy mala iniciativa.
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