Tres jóvenes amigos se dirigen a California. Durante el viaje, dos de ellos persiguen la señal de un hacker que desde hace un tiempo se está burlando de ellos vía on-line. El viaje va según lo previsto, hasta que los dos informáticos descubren que el lugar desde donde opera el temido hacker les pilla de camino y deciden desviarse para darle un buen susto. Sin embargo, serán ellos quienes se vean inmersos en una situación aterradora, atrapados en una especie de base militar e interrogados por un implacable doctor.
La señal es un film curioso. Arranca como una road movie de amigos, con sus complicadas relaciones y los recuerdos que dejan atrás; para pasar a unos fragmentos de intriga, e incluso terror, y acabar como una película de pura ciencia-ficción. Este vaivén juega totalmente en su contra, pues la película sufre en algunos momentos un descontrol total de la situación.
La verdad es que La Señal es una propuesta con mucha fuerza y de un interés innegable, que nos mantiene atrapados, al menos, durante los primeros tres cuartos de metraje. Pero es en su camino hacia el final (un final justificado y sorprendente) donde el director no ha sabido amarrar todo lo andado hasta el momento y nos lleva de un lado a otro sin sentido y de manera atropellada. Se suceden las imágenes espectaculares y violentas unas tras otras, abandonando por completo el fondo de los personajes y sus conflictos internos. Defrauda también al espectador, habiéndole propuesto un juego de tensión y de intriga que se ve dinamitado en el momento que todo se convierte en una suite de acción, muy bien filmada, pero descontrolada.La Señal es, a pesar de sus fallos, una película interesante y muy entretenida. No es un film mayor de ciencia-ficción pero sí se trata de una propuesta a destacar, aunque no se haya llevado a cabo de la mejor manera. (5/10)
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