Tras una serie de estudios y medidas realizadas por la Fox, se llegó a la conclusión de que producir la serie era demasiado costoso respecto a los beneficios que ésta les está dando en los últimos años. Y, es que la mítica serie ya no es lo que era, no solo por su falta de ideas, sino porque las audiencias ya no responden de igual manera al estreno de sus episodios.
Resulta que cada capítulo de Los Simpson cuesta 5 millones de dólares, debido a los altos sueldos de los actores de doblaje. Por ello los estudios decidieron que si los actores no se bajaban considerablemente el sueldo, la serie no podía continuar. Éstos se negaron en un principio, pero más tarde accedieron a recortar su salario, en una cantidad ridícula en comparación a lo que cobran normalmente (¡440.000 dólares por episodio!). En fin, después de este acuerdo con los actores la serie no ha sido suspendida inmediatamente, pero Fox ha establecido el fin de la misma para 2014. Y, creanme, la cosa parece que va muy en serio, al menos por parte de la productora, en cuanto a dejar de producirla.
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